El cine nacional pareciera que no logra desmarcarse de ciertos juicios, algunos claramente presentes, y que de manera involuntaria los encaja frente a la cámara, los imprime en sus guiones y sus personajes no pueden dejar un lenguaje con el que se criaron, esa inercia con la que crecieron.

El cine nacional pareciera que no logra desmarcarse de ciertos juicios, algunos claramente presentes, y que de manera involuntaria los encaja frente a la cámara, los imprime en sus guiones y sus personajes no pueden dejar un lenguaje con el que se criaron, esa inercia con la que crecieron.